El volumen mamario puede verse afectado en el desarrollo normal, luego de pérdida de peso importante o tas terminada la lactancia.
El aumento mamario consiste en utilizar prótesis especialmente diseñadas para incrementar el volumen de las mamas.
Este procedimiento corresponde a una cirugía de muchos detalles, en la que deben conjugarse los deseos de la paciente junto con una serie de características anatómicas, como el tamaño del tórax, tamaño de la mama, diámetro del complejo areola-pezón, localización del surco inframamario, entre otros.
Cada aumento mamario es distinto y existen una serie de decisiones que considerar antes de esta cirugía. Debe seleccionarse el tipo y tamaño de la prótesis, plano de instalación de la prótesis (bajo la glándula mamaria o bajo el músculo), ubicación de la incisión (areola o surco inframamario) y otros detalles técnicos.

Luego de la lactancia y a causa del envejecimiento, las mamas pueden experimentar una caída o ptosis respecto a su posición normal en el tórax. Esto suele acompañarse de una pérdida de volumen, con lo cual las mamas pierden parte de su atractivo natural.
La mastopexia o elevación mamaria consiste en reposicionar las mamas hacia su posición normal y restituir la pérdida de volumen del tejido mamario. Esto puede efectuarse utilizando el propio tejido de la mama o incluyendo el uso de una prótesis mamaria.
De esta forma las mamas vuelven a recuperar su aspecto juvenil y ármonico.

El exceso de tejido mamario o hipertrofia mamaria afecta frecuentemente es un cuadro frecuente, que puede generar una serie de limitaciones en la vida cotidiana. Esta alteración se asocia a diversos síntomas como dolor de espalda, infecciones, limitación para realizar actividad física y un stress psicosocial muy importante.
La reducción mamaria consiste en retirar el exceso de tejido mamario y restituir la forma normal de la mama. En ocasiones puede ser necesario complementar esta intervención con liposucción del tórax en su parte lateral.
Corresponde a una cirugía con un alto grado de satisfacción, a través de la cual se restaura la apariencia atractiva de la mama al mismo tiempo que se resuelven las molestias derivadas del exceso de tejido mamario.

El tratamiento oncológico de pacientes que han sido tratadas por cáncer de mama tiene un impacto psicológico muy importante.
La reconstrucción mamaria corresponde a una parte más del tratamiento del cáncer de mama. Cumpliendo un rol fundamental en restaurar la apariencia y su bienestar psicológico.
Existen múltiples alternativas para la reconstrucción de pacientes que han sido sometidas a resección total o parcial de una o ambas mamas, usando los propios tejidos de la paciente así como utilizando tejido protésico.
La reconstrucción usando tejidos de la propia paciente o reconstrucción autologa tiene la ventaja de brindar un resultado más natural.
Existen distintos tipos de reconstrucción autologa dependiendo de múltiples factores, incluyendo la condición física de la paciente, cirugías previas, preferencias individuales, tamaño de las mamas, reconstrucción uni o bilateral, entre otras. Lo más frecuente es utilizar el exceso de tejido abdominal, con lo cual se consigue además mejorar el contorno corporal.
La reconstrucción mamaria corresponde a un proceso en que se requiere de múltiples etapas.

La ginecomastia corresponde a la presencia de un exceso de tejido en la región mamaria en hombres.
Dicho aumento de volumen puede ser un crecimiento anormal de la glandula mamaria, solo una acumulación de tejido graso o más frecuentemente una combinación de ambos.
Este cuadro genera un impacto negativo muy importante en la apariencia de los pacientes.
Es fundamental realizar un estudio preoperatorio acucioso, con el objeto de descartar causas que puedan requerir un tratamiento adicional en conjunto con la cirugía.
El tratamiento consiste en remover el exceso de tejido glandular en conjunto con lipoaspiración del excedente de tejido graso, según corresponda.
Se trata de una cirugía muy bien tolerada con un alto grado de satisfacción.